La terapia familiar interviene y trata a la familia como un conjunto. Enfocando su trabajo en producir cambios que mejoren la dinámica y conducta entre los integrantes de la familia, mejorando el funcionamiento grupal en sus distintos niveles; aumentar la comprensión mutua así como el apoyo emocional entre ellos; aprender habilidades de comunicación, de afrontamiento y resolución de problemas de la vida misma, como serían la toma de decisiones importantes, una enfermedad grave o la pérdida de un ser querido.
Algunos de los motivos de consulta en terapia de familiar son problemas en la comunicación, dificultad en toma de decisiones importantes, problema con el comportamiento de los hijos (niños o adolescentes), violencia doméstica, manejo de la separación o el divorcio con los hijos, entre muchos otros.
Una familia y su terapeuta pueden trabajar juntos de 2 a 3 meses o durante un tiempo indefinido, dependiendo de las necesidades únicas de la familia y las metas que se vayan trazando durante el proceso terapéutico.
El objetivo de la terapia familiar es construir nuevas posibilidades de relacionarse y comunicarse para producir cambios conductuales positivos así como el aumento de comprensión mutua y apoyo emocional, cubriendo las necesidades de cada uno de los miembros.